1. La resolución en la imagen digital (I)

¿Qué es?

El término resolución alude al número de pequeños cuadrados conocidos como pixeles que describen la imagen y establecen su nivel de detalle. La resolución se determina en dimensiones de pixel o número de pixeles existentes a lo largo de la anchura y la altura de la imagen. Por ejemplo, cuando se toma una fotografía con una cámara digital con 6 megapixeles de resolución, quiere decir que se está almacenando en la tarjeta de memoria una cuadrícula de puntos de color con 3000 puntos de ancho y unos 2000 de alto. Eso son cerca de seis millones, de ahí el prefijo mega.

Tipos de resolución

Se pueden distinguir tres tipos de resolución:

Es importante no confundir la resolución de salida y la de la impresora. Una cosa es la resolución a la que el ordenador indica a la impresora que imprima, resolución de salida, y otra es la resolución a la que la impresora va a imprimir, resolución de impresión. La primera se ajusta en el programa de tratamiento de imágenes y la segunda en las opciones de impresión del controlador de la impresora. Para que el resultado sea siempre satisfactorio, la segunda debe ser superior a la primera.

Resolución e impresión de fotografías

En las impresoras la resolución se mide en puntos por pulgada (ppp) o en inglés dot per inch (dpi). Esta medida va ligada a la calidad de la impresión o del escaneado, es decir, a un soporte físico como el papel. Una imagen digital puede contener información del valor en ppp al que va a ser impresa, pero esto por sí mismo no tiene relevancia en un soporte digital. Además este valor puede modificarse a gusto para imprimir la imagen a diferentes tamaños.

A la hora de tomar una fotografía es fundamental tener en cuenta qué se va a hacer con ella posteriormente. Una instantánea que sólo se va a mostrar en una pantalla no necesitará tanta resolución como aquellas de las que quieres obtener una copia impresa. Comprender la resolución sirve para predecir el resultado en la impresión. En general, se quiere evitar que los pixeles sean tan grandes que resulten evidentes cuando la fotografía sea impresa. A una distancia normal de 40 ó 50 cm, y si la resolución es de 150 ppp o menor, se distingue claramente la frontera entre un pixel y el siguiente. Aumentando la resolución, los pixeles serán más pequeños, pero se seguirá notando la estructura de filas y columnas hasta unos 180 ppp. Por encima de esta resolución ya no se notarán escalones, aunque se seguirán percibiendo mejoras en la riqueza del color y en la suavidad de los degradados hasta unos 220 ppp. Por encima de este nivel es muy difícil estar seguro de notar ningún cambio, por lo que se puede considerar el umbral de seguridad para una impresión fotográfica. Así pues, la referencia habitual de 300 ppp supone un amplio margen recomendable, pero siempre a sabiendas de que con 240 ppp se está en un nivel que no desmerece la impresión en papel fotográfico, y que en documentos con papel corriente se cumple dignamente incluso con resoluciones de 200 ppp.

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Sin embargo, cualquier impresora moderna tiene una resolución de 600 puntos por pulgada (ppp) o más. Es decir, que la impresora puede poner 600 gotitas de tinta de color todas en fila en una pulgada (2,54 centímetros). Al final, la misma foto de 3000x2000, en papel se quedará en tan sólo trece centímetros de ancho. La razón es que la resolución del papel es mucho mayor que la de la pantalla. Es decir, como soporte, el papel permite mucha mejor calidad. Si la impresora tiene 600 ppp, el monitor se queda con 72 ppp.

Según algunos fabricantes, una imagen digital tiene la misma calidad que un buen negativo de 35mm si tiene 20 Megapíxeles, equivalente a una imagen de 5.500x3.600 píxeles. Si esta imagen se encuentra en un soporte de 24x36 mm tendrá una resolución aproximada de 3.900 ppp.

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