Vivimos rodeados de abundancia informativa que nos llega por diferentes canales, generalmente, multimedia. Como consumidores de contenido, este exceso de información nos obliga a la sistematización constante de procesos que nos permitan discriminar lo importante de lo superfluo, así como a gestionar dicha abundancia para construir conocimiento. 

Por otro lado, es innegable que una imagen potente tiene mayor impacto y llega más rápidamente al receptor de lo que lo haría un texto que la describiese. La imagen se procesa por canales de comunicación directos, de modo que es más fácil influir y provocar al observador. Los medios audiovisuales se han convertido en el nuevo paradigma comunicativo y ya nadie duda de la universalización del lenguaje multimedia.

Es aquí donde las infografías encuentran su papel como potente e innovadora herramienta de comunicación que facilita la gestión de contenidos, los cuales son procesados con el objetivo de facilitar la comprensión del receptor o de llamar su atención.

 Imagen: @mjosehernandez_ 

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