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Para terminar

Combinando las opciones de privacidad de nuestras publicaciones con las listas de amigos que mantenemos y con los grupos que administramos o en los que participamos, podemos llegar a utilizar nuestro perfil de Facebook para diferentes ámbitos. Sin dejar de tener presente que todo aquello que publicamos en Internet es susceptible de ser visto por cualquier usuario.

 

Existe un gran número de formas en las que controlar la privacidad pero lo más importante para hacer una buena gestión de la misma es tener claro a quiénes queremos dirigir nuestras publicaciones o quiénes queremos evitar que las vean. Por lo general, dentro de nuestros amigos en Facebook podemos encontrar amigos de la infancia, antiguos compañeros de estudios, compañeros de trabajo, familiares, conocidos. Por este motivo no solo debemos controlar la privacidad más allá de evitar que nuestras publicaciones sean públicas para todos los usuarios de Internet, sino que también debemos ser conscientes de quiénes dentro de nuestra red están recibiendo nuestros pensamientos, fotos y en general nuestra vida personal.

 

Estas cuestiones no conciernen únicamente al uso que hacemos de Facebook, sino que son aplicables a todas las herramientas que utilizamos diariamente en Internet y en las que compartimos información, tanto personal como laboral. Toda esa información define nuestra identidad digital y debemos cuidarla tanto como hacemos con nuestra identidad fuera de la Red.

 

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