Editar un foto puede ser un terreno de experimentación y creatividad en si mismo. Nuestro objetivo en este curso es darte una guía que te permita sacar partido de las fotos que tomes, por tanto, no exploraremos todas las posibilidades de la edición fotográfica.
Generalmente las fotos se editan con tres finalidades:
- Prepararlas para compartirlas y publicarlas en algún soporte (papel o web).
- Mejorar la imagen obtenida corrigiendo algunos defectos que pueda haber en la foto.
- Crear una imagen nueva manipulando la imagen obtenida en nuestra cámara, para hacer un cartel, una infografía, etc.
Según la finalidad principal el proceso de edición puede ser más o menos complejo. Pero el consejo en general es partir de una buena foto. Cuanto mejor sea la toma inicial más fácil será la edición y mejor será el resultado final.
A la hora de editar tenemos que tener en cuenta el formato inicial. El archivo que vamos a tratar suele ser por defecto jpeg. Los jpeg son archivos ligeros, cómodos para compartir en internet, pero si vamos a editar mucho o si queremos un resultado de alta calidad es mucho más versatil el formato raw, aunque en el visor de nuestra cámara un raw parezca poco vistoso, no se degrada a medida que retocamos, editamos, ampliamos, aplicamos capas y filtros... Consulta el tutorial Conceptos generales sobre tratamiento de imágenes: resolución, color y raw, para familiarizarte con estos términos y sacar más partido de tus fotos.
Cuando abrimos un programa de edición la primera impresión es de confusión ¿Por dónde empezar? Bien, empezamos examinando la foto. ¿Qué queremos hacer? ¿Qué hay que mejorar? ¿Hay que eliminar algo? A veces basta con un recorte. Otras veces las fotos resultan apagadas, con poco contraste. En ocasiones aparecen manchas, sombras, objetos no deseados que queremos borrar.
Sea cual sea la edición que queremos hacer es aconsejable empezar por el histograma.
El histograma es una gráfica que representa los rangos de colores desde el negro profundo hasta el blanco deslumbrante y nos mostrará si la foto está subexpuesta, sobreexpuesta o si su exposición es correcta.
Al editar podemos corregir el nivel de exposición y mejorarlo, aunque no conviene hacer cambios muy radicales.
Ejemplos:
Esta imagen está sobreexpuesta. La curva del histograma se desplaza hacia la derecha de la gráfica.
Esta imagen está subexpuesta: la curva del histograma se desplaza hacia la izquierda de la gráfica.
Esta imagen resulta más equilibrada: la curva se reparte por todo el histograma.
Equlibrando el histograma con Photoshop nuestras fotos mejoran y podemos seguir editando.
Otro recurso muy útil para mejorar el contraste, aclarar zonas oscuras o matizar zonas muy iluminadas es el ajuste de curvas, como puedes ver en este tutorial: Píldoras de edición: ajuste de curvas.