Fotografía quiere decir eso: trazar (gr. γράφος grafos: trazo) con la luz (gr. φοτός, fotos: luz) y la luz es precisamente nuestra materia prima a cuyo servicio está nuestra cámara. Quizá sea esto lo más importante que tenemos que entender.
Sea cual sea el modelo de cámara que usemos, está diseñada para eso: atrapar la luz. A veces la fuente natural de luz no es suficiente y se dispara el flash. Posiblemente el flash sea el enemigo número 1 de los principiantes puesto que hace que surjan sombras duras, ojos rojos, destellos indeseados y sobre todo aplasta los objetos dejándolos como sin vida.
En la medida de lo posible debes trabajar con la luz que haya en el ambiente. Es preferible encender luces o situar focos fuera de tu cámara que recurrir al flash incorporado.
Para trabajar con la luz la cámara usa tres elementos:
- El tiempo de exposición: cuanto más tiempo está abierto el objetivo más luz llega al sensor.
- La apertura del objetivo o diafragma: cuanto más abierto está el objetivo más luz llega al sensor.
- La sensibilidad o ISO: se puede hacer que el sensor sea más sensible a la luz y obtener fotografías que de otra forma no lograríamos.
El equilibrio entre estos tres elementos es lo que hace que una imagen sea técnicamente perfecta. Si no conseguimos suficiente luz, la imagen queda subexpuesta: oscura, sin detalles. Si obtenemos demasiada luz, la imagen queda sobreexpuesta: demasiadas zonas deslumbradas, en blanco, sin detalle.
Teóricamente el modo de disparo automático consigue medir la luz para que la exposición sea correcta. Pero tan pronto como te animes a experimentar con estas variables encontrarás un mundo de posibilidades.
La velocidad rápida congela el movimiento, las velocidades lentas crean sugerentes efectos borrosos, pero requieren el uso de trípodes.
La apertura de diafragma crea diferentes efectos de enfoque: a menor F (mayor apertura de diafragma) el enfoque se concentra en un punto; si el diafragma está muy cerrado (mayor F) la zona de enfoque es mayor.
Con el mismo motivo al abrir el diafragma (f/8, f/4,5 y f/ 3,6) se consiguen diferentes efectos en el fondo.
ISO automático ISO 1600
Un ISO muy alto produce efectos extraños en los fondos, llamado ruido, como si fueran gránulos pequeños, sin embargo, permite fotos que no podríamos hacer sin recurrir a sistemas de iluminación más o menos complejos.
Pero además, la luz tiene calidades, es expresiva, enriquece nuestra foto o la arruina y esto es lo que realmente da calidad artística a nuestras fotos y hace que seamos capaces de trasmitir más que recuerdos, emociones.
La luz hace que una imagen sea plana o tengan relieve; que resulte cálida o fría.
El amanecer y el atardecer son las horas favoritas de los fotógrafos profesionales: la luz no es agresiva, respeta los matices de las cosas, las sombras están difuminadas. En cambio al mediodía la luz cae en vertical, como inundándolo todo y no permite matices, igual las texturas y las sombras son mucho más definidas, los colores más vivos.
La situación de la fuente de luz es también decisiva: si la luz está detrás del motivo se trabaja a contraluz, lo que puede crear siluetas interesantes o hacer que se pierda totalmente el motivo. Una luz homogénea facilita las cosas: en cambio cuando hay contrastes fuertes entre sombra y luz las fotos salen desequilibradas ya que la cámara no consigue medir bien la luz. Si la luz está en frente del motivo, las personas o animales se deslumbran y aparecen con expresiones poco naturales.